Orestes y Electra

Hay muchas versiones sobre la forma en la que sobrevivió Orestes a la masacre en el palacio de su padre.

Se dice que fue criado por sus abuelos (los padres de Clitemestra), pero también se rumorea que ella lo envió a Fócide poco antes del regreso de su marido.

Pero también está la hipótesis que dice que la nodriza del pibe (que en ese entonces tenía 10 años) lo salvó durante la víspera del asesinato, sacrificando a su propio hijo (lo puso a dormir en la cama de Orestes y dejó que Egisto lo matara, pensando que era el otro... una madre copada, digamos...)

Orestes estuvo oculto un largo tiempo... y entre otras cosas, supo que el cadáver de su padre había sido enterrado "así nomás" por Clitemestra, sin rendirle honores ni nada... ah! y a los habitantes de Micenas se les había prohibido ir al funeral.

Resulta que Egisto, reinó en Micenas durante 7 años. Viajaba en el carro de Agamenón, se sentaba en su trono, gastaba su guita, se vestía con su ropa, cagaba en su inodoro... pero lo cierto es que era un pollerudo de Clitemestra... la que llevaba los pantalones.

Cuando el tipo se ponía en pedo, apedreaba la lápida de Agamenón al grito de: "¡Ven Orestes, ven a defender lo tuyo!"... y los más osados comentan que se tomaba el miembro viril con su mano derecha, exclamando: "Agarrame la matraca, Orestes malaka" (malaka significa "pajero", en griego, brutos, aprendan idiomas) ... pero los más ancianos confiesan que - simplemente - gritaba el clásico y atemporal"Chupame la pija".

Pero lo cierto es que Egisto tenía temor por la venganza. Nunca dormía bien. Arrancó con terapia, pero no mejoraba. Ofreció una gran recompensa por el asesinato de Orestes.

Electra, la hermana de Orestes (si... si... la misma Electra de la que habla el amigo Dr. Freud) se había comprometido con su primo Castor de Esparta, pero este se murió. Aunque todos los príncipes aspiraban a casarse con ella, Egisto no quiso aceptar ningún pretendiente, por miedo a que pudiera dar a luz a un pibe que quisiera vengar a Agamenón.

Electra odiaba a Egisto, y Egis tenía ganas de volarle la cabeza con una 45 para que no se revolcara en secreto con ningún funcionario del palacio y diera a luz a un bastardo. Pero Clitemestra no lo iba a dejar. Ella tenía la conciencia tranquila respecto de su marido finado. Pero lo cierto es que tenía cagazo de enojar a los dioses (así que no se hubiera atrevido a matar a su propia hija).

Dejó que Electra se casara con un campesino cualunque que - encima - era naturalmente casto... (era la idea, para no poder consumar). No hay registros del nombre del muchacho, así que vamos a llamarlo Riquelme.

Electra tenía sus motivos para estar caliente (en todos los sentidos). Vivía en una pobreza deshonrosa, vigilada constantemente, sin garchar y casada con Riquelme (¡¡¡qué más querés!!!).

Se decidió que tenía dos opciones: debía dejar de llamar "asesinos adúlteros" a su madre y a Egisto - tal como había hecho su otra hermana Crisótemis - o sería desterrada a una ciudad lejana donde la encerrarían en un calabozo con Soldán y la Dra. Rímolo.

Electra odiaba a su hermana Crisotémis, porque había sido desleal a su padre... y cada tanto le mandaba un mensaje de texto a Orestes, diciendo:

"Acordate que tenemos que vengar al viejo...".

Los hermanitos macana no iban a dejar que Clitemestra y Egisto se salieran con la suya...